Por el Lic. Rodolfo Leandro Jiménez
Director Escuela Gabriela Mistral-Guácima Alajuela
Salí un rato a caminar al bosque cercano a mi casa, a lo lejos logré distinguir una figura que se confundía con el sol poniente del atardecer, era una criatura con aspecto pequeño, un rostro humano, con orejas muy puntiagudas. Caminé para tratar de ver más de cerca la figura, pero en un abrir y cerrar de ojos desapareció, busque alrededor y lo único que logré ver fue una puerta pequeña, toqué con fuerza la puerta se abrió lentamente y detrás de ella como si fuese un fantasma una figura delgada, pequeña, pero con un rostro celestial me miraba con ojos firmes, redondos y brillantes. Fue un momento extraño como si el tiempo se detuviera y ambos nos mirábamos con susto y a la misma vez asombro, ni yo lo podía creer, ni él lo podía ocultar.

Le saludé y le dije que nunca había visto alguien así, ¿de igual forma me contestó temeroso no sé quién eres?, respondí soy Juan ¿y tú? -Soy un Elfo esta es mi casa, me invitó a pasar, me dio una estrella en mis manos para que alumbrará y ustedes no pueden imaginarse la maravilla que era estar allí, se respiraba una paz armoniosa, toda su casa era extremadamente ordenada, limpia se respiraba un olor de hogar que se mezclaba con brillos y lentejuelas de navidad con un árbol lleno de luces y adornos.
En cada aposento se veía una estela de luces que se apagaban y encendían al ritmo de un villancico y en una parte de la casa había un cuarto lleno de regalos, el Elfo me señalaba un lugar precioso brillante en la parte central de su hogar y lo que allí había me dejó estático era una bella joven con una sonrisa en sus labios mirando a un bebé dormido , ambos desprendían tanto amor, dulzura todo lo bueno se irradiaba de ellos, un hombre más viejo con un callado en su mano mirando tiernamente a ese niño y a su madre como protegiéndolos. Miré al Elfo para que me explicará todo lo que veía y sólo me sonrió, cuando desperté me encontraba aún en el bosque debajo de un gran árbol había dormido toda la noche, me levante y me dije lástima sólo fue un sueño, pero al tocar mi bolsillo metí mi mano y saque de ahí mi estrella de navidad la que me había dado el Elfo. ¡¡¡Feliz navidad y próspero año 2023!!!